2021, el año más violento desde 2014
Se va el año 2021 y no podemos silenciar la dura realidad de violencia y los ataques sin freno que vivimos como gremio forestal. Una guerra que se ha declarado públicamente, que involucra disparos, agresiones físicas y sicológicas hacia nuestros asociados, sus trabajadores, sus familias y el entorno en el que se desarrolla el trabajo forestal.
Este año que se va, ha sido el más violento desde el inicio de los ataques a faenas forestales, así lo demuestran los siguientes gráficos con datos recopilados por nuestro gremio:
2014 |
2015 |
2016 |
2017 |
2018 |
2019 |
2020 |
2021 |
5 |
14 |
46 |
14 |
39 |
39 |
80 |
84 |
Número de atentados 2021 |
84 (26 % del total de atentados desde 2014) |
Porcentaje de atentados por regiones |
33 % Bio Bío 57 % La Araucanía 7 % Los Ríos 4 % Los Lagos |
Número comunas afectadas |
34 |
Comunas con más de 5 atentados en el año
|
Carahue 10 Lumaco 10 Cañete 6 Collipulli 5 Contulmo 5 |
Equipos destruidos: · Camiones forestales · Equipos forestales |
308 32 %
68 % |
Valorización de las pérdidas |
$ 37.000.000.000 |
Empresas contratistas afectadas |
86 |
Contratistas afectados por mes |
7,2 |
Trabajadores comprometidos |
9.000 |
Las cifras son elocuentes y marcan a 2021 como un año hito en esta interminable violencia y agresión hacia los contratistas forestales, que busca sabotear una industria sostenible y eliminarla de zonas donde es fundamental para el desarrollo de las personas que ahí viven. Los contratistas forestales y sus trabajadores han resistido de manera estoica y heroica, demostrando una gran resiliencia. Nos hemos levantado y nos seguiremos levantando de cada uno de los atentados, una y otra vez.
Este año también, por lo menos 30 trabajadores forestales han sido heridos con armamento de alto calibre y perdigones, entre ellos Ceferino González que estuvo grave debido a un ataque adjudicado por la Coordinadora Arauco Malleco en Carahue en julio; en octubre un trabajador fue herido en Contulmo en otro ataque de la organización Resistencia Lafkenche; tres personas fueron heridas en septiembre en un campamento forestal en Trovolhue y ocho trabajadores fueron heridos en Curanilahue en noviembre, donde uno de ellos, lamentablemente, perdió su globo ocular.
La impunidad ante estos hechos y las cifras de ataques que van en aumento, evidencian que el Estado no ha hecho su trabajo y de manera sistemática y permanente se han conculcado nuestros derechos consagrados en la Constitución Política que, buena o mala, es la que hoy nos ampara.
Esperamos que, en este nuevo año, el Estado de Excepción en algunas provincias del Biobío y La Araucanía dé un nuevo paso, se capturen y se procesen los líderes de las organizaciones criminales en estas zonas, que el Ministerio Público de una vez por todas haga su trabajo y que el Poder Legislativo dé las señales que se necesitan para encontrar la paz y la tranquilidad que la mayoría de los habitantes demandan.
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