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La unión entre la apicultura y los bosques, una alianza necesaria para la sustentabilidad

La unión entre la apicultura y los bosques, una alianza necesaria para la sustentabilidad

La apicultura ofrece beneficios clave, como la producción de miel, propóleo y jalea real, y la polinización, fundamental para la seguridad alimentaria y la biodiversidad, además de contribuir a la conservación de los bosques nativos.

La relación entre la apicultura y los bosques es una alianza vital para la conservación del medioambiente y la producción sostenible de alimentos. Por ende, a través de la colaboración y la innovación, es posible crear un futuro en el que la apicultura y la silvicultura no solo coexistan, sino que se potencien mutuamente. Esta sinergia es un ejemplo inspirador de cómo las prácticas sostenibles pueden beneficiar tanto a la naturaleza como a las comunidades humanas.

Marcelo Rodríguez, un apicultor de la provincia de Arauco, ha mantenido una relación profunda y fructífera con la apicultura y el sector forestal. Aunque ya no está directamente involucrado en el mundo gremial, sigue siendo parte de una cooperativa llamada Ragko, que en mapudungún significa "Arauco".

Esta organización, formada junto a colegas de la provincia de Arauco, ha permitido a Rodríguez y sus compañeros lograr objetivos que, individualmente, habrían sido difíciles de alcanzar. Entre estos logros, destaca la colaboración con la forestal Arauco, una empresa que ha evolucionado significativamente en su relación con los apicultores locales.

Beneficios de la apicultura para los bosques La apicultura ofrece dos grandes beneficios: la producción de valiosos productos como la miel, el propóleo y la jalea real, y la polinización, un proceso crucial para la seguridad agroalimentaria y la conservación de la biodiversidad. Según Rodríguez, más del 70% de los alimentos que consumimos dependen de la polinización realizada por las abejas. Además, esta actividad ayuda a mantener y restaurar los bosques nativos, asegurando su perpetuidad en el tiempo.

Aperte, destaca la importancia de ello, pues “las abejas juegan un papel fundamental en la reproducción de las plantas, lo que asegura la continuidad de los ecosistemas forestales. En este sentido, la relación entre apicultura y bosques no solo es beneficiosa, sino también necesaria para el equilibrio y la sostenibilidad ambiental”.

El impacto de los incendios forestales Los incendios forestales han sido un desafío importante para la apicultura en Chile. Sin embargo, en la provincia de Arauco, la presencia de la empresa forestal Arauco, con sus brigadas de control de incendios, ha permitido mitigar el impacto de estos desastres. Rodríguez mencionó que, gracias a la rápida respuesta de la firma, la zona de Curanilahue no ha sufrido grandes daños. Sin embargo, apicultores de otras regiones, como Ñuble y la comuna de Santa Juana, han enfrentado pérdidas devastadoras.

En reacción a estos eventos, la cooperativa Ragko ha estado proporcionando asesorías técnicas a los apicultores afectados, ayudándolos a mitigar las pérdidas y a recuperarse. Esta labor ha sido fundamental para mantener la producción apícola en las zonas más afectadas por los incendios.

La relación entre los apicultores y Arauco no siempre fue tan colaborativa, pero con el tiempo, y especialmente con la implementación de certificaciones como el FSC, la relación ha cambiado positivamente. Hoy en día, Arauco no solo consulta a los apicultores, sino que también coopera activamente en proyectos que benefician a ambas partes.

Un ejemplo de esta colaboración es el proyecto piloto de 2019, en el que apicultores de Arauco y Biobío, junto con la empresa forestal y el Instituto Forestal (Infor), exploraron la posibilidad de producir miel de eucalipto. Aunque el proyecto no logró los resultados esperados debido a la estructura de las plantaciones, demostró el potencial de colaboración entre el sector forestal y la apicultura.

Diversificación y futuro de la apicultura Mirando hacia el futuro, Rodríguez y la cooperativa que integra están explorando nuevas formas de diversificar la producción apícola. Uno de los proyectos en los que están trabajando implica el uso de plantaciones de pino y eucalipto como "islas continentales" para la producción de material genético de alta calidad y la producción de propóleo. Las coníferas, en particular, son excelentes para este propósito, y este año comenzarán a colocar trampas para aprovechar esta característica.

Además, están investigando la posibilidad de utilizar estas grandes extensiones de bosque para la producción de abejas reinas para la exportación, asegurando la pureza genética mediante el aislamiento geográfico.

Esta diversificación no solo tiene el potencial de aumentar la rentabilidad de la apicultura, sino también de fortalecer la sostenibilidad de las prácticas forestales y apícolas en la región.

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