Lemu Nge: El nanosatélite lanzado al espacio para observar y conservar la biodiversidad
Estudiar de cerca la naturaleza es un proceso complejo y muchas veces costoso. Pero, aunque parezca cosa de ciencia ficción, hace algunos días se lanzó al espacio desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en Estados Unidos el primer nanosatélite dedicado exclusivamente a analizar la biodiversidad de la vegetación a nivel mundial. Y es chileno.
Un grupo compuesto por profesionales de ciencias de la tierra, ingeniería aeroespacial y tecnologías de la información de varios países trabajaron durante seis años para crear este dispositivo de la empresa LEMU.
Así lo cuenta Leo Prieto, pionero del ecosistema tecnológico en Chile que está detrás de este proyecto. “Las imágenes satelitales son la forma más eficiente de poder monitorear las 51 mil millones de hectáreas de nuestro planeta, pero a pesar de todos los satélites que hay en órbita, muy pocos son de observación terrestre y aún menos cuentan con instrumentos que nos permitan efectivamente distinguir biodiversidad desde el espacio”, cuenta.
En esta jugada, ARAUCO es otro actor clave. “Desde hace muchos años venimos contribuyendo a iniciativas que buscan hacerse cargo de los desafíos que tenemos a nivel global y con ese afán decidimos ser parte de este proyecto, no sólo desde lo financiero, sino desde la visión”, sostuvo Charles Kimber, gerente de personas y sostenibilidad de la compañía.
El satélite Lemu Nge (“ojo del bosque” en mapundungun) se enfocará inicialmente en Chile. Está equipado con una cámara hiperespectral de alta resolución y puede segmentar la cobertura del suelo y la biodiversidad de la vegetación con una precisión más de 20 veces superior a la actual. Según cuentan, mide 32 bandas espectrales que permiten ver detalles invisibles al ojo humano.
“Estamos cruzando la frontera de la innovación con un paso decisivo hacia la obtención de datos precisos y detallados sobre la biodiversidad de Chile y el mundo”, recalca el ejecutivo de ARAUCO.
La historia entre la forestal y el emprendedor
La relación de ARAUCO con Leo Prieto no es reciente. En 2019 empezaron a conectar para conocer las tecnologías de cada uno y ver cómo la startup Odd Industries podía proveer servicios de visión computarizada e inteligencia artificial a la compañía. Tras esto, la compañía forestal adquirió una parte mayoritaria de la empresa.
Aunque de manera silenciosa, en este tiempo también trabajaron juntos en el desarrollo de Lemu, el cual hace pocos días se dio a conocer a nivel global. “Compartimos la mirada de largo plazo y la convicción de que la tecnología puede aportar a combatir la crisis climática y potenciar un futuro sostenible”, destaca Kimber.
El apoyo de ARAUCO, a través de Arauco Ventures, consideró, además de recursos económicos, poner a disposición información reunida durante décadas de ecosistemas en Chile, Argentina y Brasil, lo que ayudó a acelerar la implementación de este proyecto.
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