Integrar la agroforestería en las prácticas agrícolas chilenas es vital para el país
El ingeniero forestal Álvaro Sotomayor, encargado nacional de la Línea de Desarrollo de Sistemas Agroforestales del Infor, destaca el valor de este sistema.
En Chile existe una necesidad de impulsar la agroforestería, sistema, que combina árboles y arbustos con la agricultura y ganadería, con el fin de mejorar la sustentabilidad del uso de suelos y agua, algo que podría ser clave para enfrentar el desafío de la erosión que afecta al 50% de los suelos del país.
Así lo cree Álvaro Sotomayor, ingeniero forestal con una amplia formación académica internacional y encargado nacional de la Línea de Desarrollo de Sistemas Agroforestales del Instituto Forestal (Infor), quien explicó que la agroforestería no es una práctica nueva, pero ha sido subutilizada en nuestro país.
“La integración de árboles en sistemas agropecuarios no solo previene la degradación del suelo, sino que también ofrece una diversificación de ingresos para los agricultores, especialmente para los pequeños y medianos productores que necesitan generar ingresos anuales y no pueden esperar largos periodos de rotación de cultivos forestales”, apreció.
Operación separada
El especialista señaló que históricamente, las políticas de fomento agrícola y forestal en Chile han operado de manera separada, lo que ha limitado la adopción de sistemas agroforestales.
“Un ejemplo de esto es el Decreto Ley 701 de Fomento Forestal, que, aunque exitoso en su objetivo de promover plantaciones forestales para la industria, no se alineaba con las necesidades de los pequeños productores que requieren ingresos constantes”.
Por ende, Sotomayor abogó por un cambio en la percepción de los árboles en la agricultura, destacando que, con una adecuada densidad y manejo, es posible establecer cultivos agrícolas entre árboles.
Ejemplificó con sistemas silvopastoriles y silvoagrícolas, donde los árboles se plantan de manera que permiten el crecimiento de pastos o cultivos entre ellos, generando así ingresos anuales para los agricultores.
La promoción de la agroforestería en Chile, dijo el Dr. en Ciencias Forestales e Ingeniería de Recursos Naturales de la Universidad de Córdoba, España, representa una oportunidad para mejorar la gestión sostenible de los recursos naturales y ofrecer alternativas económicas viables para los agricultores.
Es así que, en un esfuerzo por revertir la degradación de suelos y paisajes, Chile está implementando programas innovadores en las regiones del Biobío y Ñuble. Estas iniciativas, que incluyen desde la formación de cortinas cortaviento hasta la restauración post-incendios, están transformando la agricultura y la gestión del territorio.
Un ejemplo es que, por medio de Fondo para la Competitividad del Gobierno Regional de Biobío, y con un enfoque en la restauración agroforestal a escala de paisaje, se ha llevado a cabo trabajos en microcuencas de Penco, Florida y Mulchén. Estas acciones incluyen la protección de cursos de agua, la creación de cortinas cortaviento y huertos melíferos, así como plantaciones silvopastorales, adaptándose a las diversas condiciones climáticas y de suelo de cada territorio.
También la capacitación de agricultores, profesionales y técnicos es fundamental para el éxito de estas iniciativas. Además, un convenio para la restauración post-incendios ha permitido la introducción de árboles en áreas afectadas, con implementación en tres comunas de las regiones mencionadas. La ampliación de estos esfuerzos incluye trabajos en la isla de Chiloé y comunas cercanas a Puerto Montt, así como un convenio en la comuna de Los Lagos.
Hasta la fecha, alrededor de 1.500 productores desde Coquimbo hasta Punta Arenas han participado en estas iniciativas, con algunos agricultores ya cosechando y generando ingresos a partir de las plantaciones establecidas.
Consideraciones y Futuro
Para asegurar la continuidad y el éxito de estos proyectos, es crucial integrar prácticas innovadoras y ajustar las implementaciones según los resultados obtenidos. La colaboración continua con INDAP y otras organizaciones es esencial para expandir el alcance de estas iniciativas, beneficiando a más regiones y productores.
Estas iniciativas no solo representan un avance significativo en la restauración ambiental, sino que también mejoran la sostenibilidad agrícola en Chile, combinando investigación y práctica en campo. La experiencia y conocimiento de expertos como Álvaro Sotomayor son fundamentales para avanzar hacia un modelo agrícola más integrado y respetuoso con el medioambiente.
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