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Zerreitug, el maestro autodidacta de la historia de Chile en madera

Zerreitug, el maestro autodidacta de la historia de Chile en madera

A sus 80 años, Rodolfo Gutiérrez Schwerter celebra seis décadas de trayectoria artística, tallando en madera la historia de Chile en sus reconocidos dioramas.

En el tranquilo sector de Camino el Refugio del Arrayán, en Lo Barnechea, en la Región Metropolitana, se encuentra el taller de un artista que ha dedicado su vida a preservar la historia de Chile de una manera única: a través del tallado en madera. Rodolfo Gutiérrez Schwerter, más conocido por su seudónimo Zerreitug, es el único chileno especializado en la construcción de dioramas históricos, una pasión que ha cultivado por más de 60 años.

Nacido en 1944, Zerreitug descubrió su amor por el tallado en madera a temprana edad, incluso antes de aprender a hablar. A pesar de haber estudiado contabilidad, nunca la ejerció formalmente, ya que su talento y pasión por el arte lo llevaron por otro camino. "Terminé los estudios por tradición, pero ya estaba vendiendo figuras talladas en madera", comentó el artista.

Su habilidad para crear figuras detalladas y expresivas llamó la atención rápidamente, y a los 20 años, Zerreitug ya vendía sus obras en tiendas locales. Lo que comenzó como una habilidad innata, se convirtió en su medio de vida, permitiéndole sustentar a su familia y ganarse el respeto en el ambiente artístico nacional.

Los dioramas de Zerreitug son verdaderas obras de arte que capturan momentos clave de la historia chilena. Sus trabajos se encuentran en museos y espacios públicos, donde miles de personas pueden apreciar la historia del país en tres dimensiones.

  • ¿Cómo se ligó a la madera como material de sus obras?

-Desde pequeño, disfrutaba de crear cosas con mis manos, usando diversos materiales como dibujos, greda, plasticina, alquitrán y madera. Esto se convirtió en una parte esencial de mi infancia, compartiendo esos juegos y creaciones con mis cinco hermanos. Fue alrededor de los 20 años, mientras estudiaba contabilidad, cuando me di cuenta de que mis habilidades para crear figuras podían ser valiosas. Al ver tallados de madera en un negocio que me parecieron caros, me percaté de que podía hacer figuras más bonitas. Hice algunas y las ofrecí al mismo local, donde se vendieron rápidamente. Esto me llevó a vender mis figuras de manera continua, tanto que, al terminar mis estudios, ya tenía una carrera estable vendiendo mis creaciones. Desde entonces, me dedico exclusivamente a esta profesión.

  • ¿Qué tipo de madera trabaja principalmente?

-Pino insigne, prácticamente todos los tallados míos son de esta especie. Solamente los cuadros los hago en lingue o en raulí. Elaboro cuadros tallados en madera también con profundidad, que son bien bonitos.

-Las figuras que usted hace, generalmente están en dioramas. Por ejemplo, en Concepción son conocidos los que están en la Galería de la Historia.

  • Empecé con la Casa Colorada en Santiago en 1978, creando dioramas que narraban la historia de la ciudad. Esto me dio notoriedad, y el alcalde de Concepción se interesó en mi trabajo, invitándome a realizar una exposición en 1980. Así, trabajé en paralelo en ambos proyectos: el Museo de la Casa Colorada en Santiago, que se inauguró en 1981, y la Galería de Historia en Concepción, que se inauguró en 1983. Posteriormente hice otros dioramas para el museo en Penco, hace unos 8 o 10 años.

-¿Por ende, su foco es la historia de Chile?

-Así es. Mis dioramas capturan momentos históricos específicos y locales. En el Metro de Santiago tengo la recreación del cruce de tranvías en Irarrázaval con Pedro de Valdivia en los años 20 y la construcción del puente Cal y Canto, que son ejemplos de cómo es posible vincular el pasado con el presente de una manera tan visual y educativa.

-Así como tiene dioramas en Penco, Concepción y Santiago, ¿le piden también hacer lo mismo o reproducir la historia en diferentes lugares de Chile?

-Sí, en muchas partes. Hacia el sur he llegado solo hasta Santa Bárbara, donde me encargaron dos dioramas que están en el museo histórico y costumbrista de la comuna. Y hacia el norte tengo en Iquique, en Humberston, que es grande, muy bonito. También en Caldera, en Rancagua, en Chillán Viejo hay como 7 o 8 dioramas.

  • ¿Cuánto demora, en promedio, en hacer un diorama o depende de la cantidad de piezas que pueda tener?

-El tiempo de creación varía según el tamaño y la complejidad del proyecto, pero en promedio son 4 meses de trabajo para dioramas estándar, mientras que los más grandes, cuyas figuras son de 50 centímetros de alto, pueden tardar hasta un año.

  • ¿Usted trabaja solo o tiene algún ayudante?

  • Trabajo totalmente solo. Hago la investigación, consigo las informaciones, realizo los dibujos, presento el proyecto o cuando me piden un tema en especial yo leo la historia, investigo. Conozco a muchos historiadores y arqueólogos, además de ser miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía. Me ha servido muchos tener contacto con ellos para poder hacer un trabajo minucioso.

-Trabajar con madera para usted es quizás un deleite, sobre todo que lleva tantos años de trayectoria.

-Nunca me aburro, llevo 60 años en esto y para mí es lo más entretenido que hay. Para mí es un agrado modelar madera, no me cansa ni me molesta. trabajo todos los días, sábado, domingo y desde muy temprano. Nunca lo he tomado como una obligación, lo paso bien en mi taller. Aparte, con los dioramas en general me queda poco tiempo, porque, por ejemplo, para el Metro he hecho 27 en distintas estaciones y museos. He hecho más de 130 dioramas de la Historia de Chile.

-Con lo que cuenta, debe tener muchos pedidos de particulares, ya sea recrear algún hecho histórico o una figura de alguna película…

-Sí, claro. Yo siempre estoy haciendo figuras por encargo y vendiendo las que voy tallando, como piratas, cowboy, un Quijote, o sea, todo tipo de figuras que tengo a la venta y la gente me compra por internet o llega a mi casa. Los dioramas para mí es lo más importante, porque es algo que queda al público.

-Este arte que usted hace, ¿se lo pudo heredar a sus hijos, a sus nietos o alguien que hago lo mismo?

-Es imposible derivarlo. Lo único que mi hijo trabaja conmigo en cuanto a la publicidad, a los contactos y maneja los videos de Instagram porque él es audiovisual y se preocupa de la mantención de los dioramas. Una vez que yo desaparezca, él puede hacerse cargo de la mantención, de la restauración de las piezas, algo que domina también porque hemos trabajado siempre juntos en la restauración. Con años de experiencia en el trabajo con madera, Rodolfo Gutiérrez ve en la madera una oportunidad para el país y le gustaría hacer un ciclo de exposiciones en diversas ciudades, y en particular en Concepción, con la idea de no solo mostrar la belleza y versatilidad de la madera autóctona y el pino, sino también involucrar a las madereras locales en la promoción de este arte.

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