Creo en la historia del pueblo mapuche, el diálogo es el camino para entendernos
Gloria Callupe Rain, una de las ocho integrantes de la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento, entrega su visión sobre el trabajo de la instancia convocada por el Presidente Gabriel Boric.
“Creo profundamente en el diálogo y confío en la vocación histórica del pueblo mapuche. Firmamos cerca de 30 tratados con la corona española, también con el Estado de Chile, quien fue el que no cumplió con su parte. Por sobre todo, creo en la historia del pueblo mapuche, el diálogo es el camino para entendernos y lograr grandes acuerdos”.
Esa es la mirada que tiene Gloria Callupe Rain, una de las ocho integrantes de la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento, instancia que tiene como objetivo sentar las bases de una solución de mediano y largo plazo en materia de tierras y reparación, contribuyendo de esta forma a una mejor convivencia de las y los habitantes de las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos.
Gloria es profesional mapuche (independiente) y actualmente es la encargada de la Unidad de Pueblos Originarios del Gobierno Regional del Biobío, desde donde impulsó la creación del plan “Biobío Reconoce” y la puesta en marcha del modelo regional de diálogos interculturales, que la llevó a coordinar, en mayo de 2023, una misión regional a Nueva Zelanda para conocer en profundidad la experiencia maorí.
Ligada al mundo social
Trabajadora Social de la Universidad Santo Tomás, diplomada en Liderazgo Intercultural y Previsión Social de la misma casa de estudios, además de magíster en Desarrollo Humano Local y Regional por la Universidad de La Frontera, Gloria Callupe se muestra optimista con el trabajo de este grupo convocado por La Moneda. Según dice, la experiencia, la historia y una urgente mirada del presente y futuro inmediato, ponen al diálogo como un piso mínimo para avanzar en entendimiento.
“Hay un proceso en reconocer que experimentamos un conflicto, que ha sido y es conflictiva la relación entre pueblos preexistentes y el Estado de Chile. El caso neozelandés, que tuve la oportunidad de conocer, es claro en cuanto a comenzar desde ahí, para luego generar acuerdos y hacerlos cumplir. Si bien en nuestro país, en todos los gobiernos democráticos de los últimos 30 años, han existido intentos importantes y legítimos por avanzar en acuerdos, el Estado ha mostrado una profunda incapacidad de sostener una mirada de mediano y largo plazo. El ciclo político, los conflictos de partidos, los gustos ideológicos, nos han privado de un avance sustantivo y han sido caldo de cultivo para el desencuentro. De esa historia reciente nos intentamos hacer cargo para obrar de forma distinta”.
En ese sentido, apunta que en noviembre de 2024 la comisión debe entregar al Presidente Gabriel Boric un informe que ofrecerá insumos para una propuesta de reparación a víctimas del conflicto, sean o no mapuches. “Esto representa una apertura, en cuanto a escuchar a la mayor cantidad de personas, porque se trata de una instancia altamente participativa y, esperamos, resolutiva”.
Respecto al volumen de trabajo y la responsabilidad que se le asigna a la comisión, Gloria Callupe afirmó que cada uno de los ocho integrantes tiene absoluta claridad de que “es un desafío y una tarea muy difícil, porque estamos en un escenario de desconfianza frente a un conflicto que se arrastra por décadas”.
“Si bien Chile es un país que en los últimos 30 años ha crecido económicamente, se ha consolidado en lo institucional y ha logrado sostener su estabilidad democrática, muchas de esas buenas noticias no han llegado al pueblo mapuche, que desde la ruralidad aún debe bregar por saneamiento, conectividad o derechamente la subsistencia”.
Diálogos interculturales
Callupe manifiesta que, pese a las dificultades, es posible avanzar en entendimiento, y pone la experiencia de diálogos interculturales impulsada por el Gobierno Regional del Biobío como ejemplo. “En alianza con la Universidad del Bío-Bío comenzamos a trabajar el programa de Diálogos Interculturales del Biobío, que busca instalar un proceso de ciclos de conversaciones entre sectores de la sociedad mapuche, empresas, sector público, sociedad civil, Gobierno Regional, entre otros, para así alcanzar en el mediano plazo un entendimiento común”.
En esa línea, reconoce que, en el fondo, se vino a llenar un espacio en la zona, pues no existía una convocatoria tan amplia y de estas características para el abordaje del conflicto.
“Hemos desarrollado diálogos en las tres provincias, donde hemos recogido inquietudes de autoridades ancestrales y dirigencia Mapuche. Se ha conformado un consejo participativo donde se han ido generando instancia de intercambio de conocimiento de todos, a modo de ejemplo, el área forestal ha tenido la oportunidad de plantear lo que hace, su visión de las empresas y los contratistas. Estamos convencidos de que este, y no otro, es el camino. Dialogar para entendernos, reconocernos y construir, juntos y juntas, el futuro que merecemos”.
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