Celulosa termo moldeada para el reemplazo del plástico: investigación abre grandes oportunidades en economía circular
Un FIC regional permitió la exploración con gran éxito de la viabilidad técnica y económica del reemplazo del plástico por fibras de celulosa, iniciativa que aporta a la gestión de residuos y a la sustitución de envases de un solo uso.
El plástico se caracteriza por su resistencia, durabilidad y versatilidad, siendo la materia prima de innumerables artículos que lo han hecho estar presente en la vida cotidiana durante muchas décadas y, al mismo tiempo, transformarse en uno de los más grandes problemas ambientales de la sociedad contemporánea. Y es que con plástico se elaboran objetos desechables como cubiertos, vasos, platos, botellas, bolsas o mascarillas, que luego de un uso acotado de algunas horas terminan como basura que en el ambiente terrestre o marino puede tardar desde décadas hasta siglos en degradarlo. Es necesario entonces desarrollar nuevos materiales con características más reciclables y biodegradables.
Este es el ámbito de acción de la Unidad de Desarrollo Tecnológico, UDT, de la Universidad de Concepción, donde la bioeconomía circular se entiende como un modelo de producción con tendencia hacia el biodiseño de productos que pueden impactar en el crecimiento de empresas ya consolidas, como en agregación de valor de nuevas empresas.
Tomar consciencia de lo grave que es esta contaminación ha provocado que, en los últimos años, en el mundo y particularmente en Chile se hayan impulsado leyes que prohíben bolsas plásticas y plásticos de un solo uso. Pero, dada su penetración y cualidades también es imperante la investigación, desarrollo e innovación para tener nuevas y mejores alternativas. En ese contexto, desde la UDT se propuso el proyecto “Sustituto de plásticos por celulosa moldeada”, seleccionado en el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) 2021 del Gobierno Regional del Biobío.
Alex Berg, director ejecutivo de la UDT, explica que el objetivo del proyecto fue escalar en tecnología a un nivel piloto, comprobar las características de la celulosa moldeada y evaluar al menos preliminarmente, la viabilidad económica como producto. “El plástico debiera empezar a sustituirse. En Chile, cada uno de nosotros genera aproximadamente 52 a 54 kilos de plástico por año, lo que da un total de un millón de toneladas y la tasa de reciclaje real post consumo es de solo un 3%. Si eso lo comparamos con la cadena de reciclaje más efectiva en Chile, donde el 80% de nuestros papeles y cartones lo estamos reciclando, por lo tanto, introducimos la celulosa termo moldeada en una cadena que está funcionando”.
“Hoy las municipalidades tienen un problema, tienen la obligación de hacerse cargo de la gestión de los residuos urbanos donde se destina parte importante de su presupuesto y no es tanto el costo que paga por alojar la tonelada de basura, sino que, por la logística, el transportarla. Por ejemplo, Puerto Montt deriva su basura a Los Ángeles y las comunas del Gran Concepción la derivan al vertedero de Copiulemu que termina su vida útil en marzo. Hay que cambiar el esquema lineal de comprar, usar, votar, no puede seguir así”.
“Por otro lado la Ley REP de Responsabilidad Extendida al Productor es una buena iniciativa donde el Estado nos está forzando a hacer cosas, como el cumplir ciertas cuotas de reciclaje siguiendo el ejemplo de Europa que ya lo implementó hace más de 30 años. Estamos atrasados, pero es una buena oportunidad. Hay buenas razones por las cuales debemos innovar en este sentido y no solo por interés académico, sino porque es realmente estratégico e importante y hay un montón de oportunidades para las empresas, para hacer investigación y para que la sociedad pueda vivir mejor”, explica el director de la UDT.
El proyecto “Sustituto de plásticos por celulosa moldeada” se focalizó en el desarrollo de un nuevo material para la industria de envases y embalajes con la posibilidad de reemplazar el plástico por celulosa termo moldeada que pudiera igualar su desempeño técnico y disminuir sustancialmente su huella ambiental. Para este fin, se diseñó y construyó una planta para producirlo a una escala más alta, se fabricó una cantidad mayor de productos para evaluarlos adecuadamente y se estableció la viabilidad técnica y económica del envase de celulosa termo moldeada.
En el proceso de investigación se usaron fibras vírgenes y recicladas, también fibras de origen agrícola, se hizo una suspensión y se diseñó un molde donde se pone la suspensión de fibras, la que se prensa y se seca. El resultado son productos cuya característica superficial es mucho más bonita, las propiedades mecánicas se ven favorecidas y la aplicación del producto es mucho más amplia. “El proceso existe, es celulosa termo moldeada, en contraste con la celulosa moldeada que es la que se usa generalmente en nuestro país, por ejemplo, en las cajas de huevo, y está la planta donde se puede producir una amplia gama de diseños de envases”, agrega Alex Berg.
El líder del proyecto destaca las características de este tipo de celulosa, “un gran atributo de este material es que es bio basado, evidentemente tenemos que tratar de desprendernos de la matriz fósil, gas natural, petróleo o carbón ya no son sustentables. Desde el punto de vista regional es estratégico, nosotros tenemos biomasa. Otro atributo importante es que se puede introducir en una cadena de reciclaje que existe y funciona, como la del cartón y que sea un material biodegradable en caso de no poder reciclarse”.
“Gracias al Gobierno Regional y la ayuda del proyecto FIC comprobamos que la tecnología es viable. Pudimos comprobar de la celulosa moldeada es un buen material. Nos alegra mucho que pudimos mejorar tres características fundamentales: una, es la absorción, la barrera frente al agua y frente a grasas, frente a lípidos que es importante en el caso de alimentos y otra característica que también es importante y que pudimos enfrentar con éxito es la barrera del oxígeno, por lo tanto, estimamos que el desarrollo es altamente satisfactorio, tanto de un punto de vista técnico como un punto de vista comercial, pensamos que esta iniciativa va a tener un fuerte impacto en la región, por un lado diversifica la producción forestal que hoy en día está restringida por unos pocos productos, pero a su vez abre la posibilidad de que se creen nuevas empresas, nuevos emprendimientos y, por cierto, empleos”.
“Como UDT queremos seguir liderando el desarrollo tecnológico nacional en ámbitos específicos relacionados con la bioeconomía y con la economía circular. Pensamos que estos ámbitos son fundamentales para el desarrollo del país y tenemos algo que aportar en este sentido”.
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