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Mundo forestal prevé un escenario complejo post incendios

Mundo forestal prevé un escenario complejo post incendios

El sector forestal está enfrentando un escenario complejo. Los incendios, la falta de seguridad, una carencia concreta al incentivo a las plantaciones, un necesario impulso a la prevención y lo clave que sería contar con una institucionalidad que se dedique totalmente a este rubro, abre un debate entre quienes forman parte o llevan adelante el desarrollo de esta importante área para el país.

Para Roberto Cornejo, presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Chile, hoy sienten que el sector forestal se encuentra muy amenazado, especialmente el segmento de los pequeños y medianos propietarios forestales y de la pyme maderera. 

“Ellos son los más afectados por el estancamiento en que se encuentra el sector forestal y el abandono por parte del Estado. La ayuda que recibieron del Estado los propietarios de plantaciones afectadas por los incendios forestales de 2017 fue absolutamente insuficiente y es altamente probable que esta situación se repita con los incendios de esta temporada”, apreció.

Agregó que Conaf ya adelantó que los pequeños propietarios afectados por las emergencias no serán apoyados por el Estado, salvo que decidan replantar sus terrenos quemados con especies nativas. Una gran proporción de aserraderos pequeños han quebrado ante la indiferencia de la autoridad. Independiente del signo político del gobierno, la pyme maderera y los pequeños propietarios forestales no son considerados.

Balance tras la tormenta
A su vez, José Carter, presidente de la Asociación de Propietarios de Bosque Nativo (Aprobosque), agregó que después de la tormenta vienen los balances, que arrojaron que alrededor 45.000 hectáreas (fuente Infor) de bosque nativo fueron afectados por incendios forestales y desde el 2017 a la fecha más de 200.000 hectáreas se han quemado. A eso se debe sumar la superficie de plantaciones.

“La pregunta que surge es ¿cuánto hemos aprendido desde el año 2017 a la fecha en prevención, combate y restauración?, muy poco. Sí sabemos que los aviones súper tanques pueden operar en nuestra compleja topografía, pero eso no ha bastado. Frente a los que quieren cambiar el modelo forestal con fuego o a fuego, está irracionalidad ha llevado a muchas familias a perderlo todo”, indicó.

Sumó que el trabajo de muchos años se hizo cenizas en un par de minutos, y qué decir de aquellas familias que sufrieron las pérdidas de un ser querido. En ese aspecto, expresó que esta locura hay que enfrentarla en forma decidida, ya que se sabe que los siniestros son en gran medida intencionales o por negligencia inexcusable. 

“Por ende, debemos atacar estas dos causas con la debida urgencia y en forma participativa entre el gobierno y la sociedad civil. Debemos relevar la prevención. Cada peso que se ponga allí se justifica si evitamos la pérdida de una vida más, tenemos que educar, educar y educar en los territorios y a la autoridad hacer lo que le corresponde, garantizar la debida seguridad”, subrayó.

Escenario catastrófico
En tanto, Rodrigo O’Ryan, presidente de la Asociación Chilena de Biomasa (Achbiom), añadió que lamentablemente es un escenario catastrófico el que se vive, principalmente para las pymes, tanto forestales, como para las madereras. 

“Los balances de los incendios hacen prever en el corto plazo un déficit de cerca de 7 a 8 millones de m3 anuales en el caso de pino radiata. La industria consume los últimos años un promedio de 29 MM m3, lo que nos lleva a que faltará cerca de un 30% del volumen. Es un numero extremadamente significativo y que sin lugar a duda golpeará mucho a la industria de la madera, sobre todo en el periodo 2023-2025 según los primeros consensos entre expertos del sector, ya que mucha madera se habrá perdido y/o tenido que cosechar anticipadamente y utilizada para destinos con menor valor, justo en un mercado deprimido”, resaltó.
Adicionó que esto está golpeando a todos esos medianos y pequeños propietarios que ya lo perdieron todo o gran parte de las inversiones de una vida que estaba en esos bosques. Junto a lo anterior, se suma la componente de inseguridad. ¿Quién va a plantar si el Estado no puede garantizar el Estado de Derecho y existe una alta probabilidad de que en los 12 o 21 años que tiene una rotación (eucaliptus y pino respectivamente) su inversión sea quemada? Además, se enfrentan a la reticencia de vecinos que no quieren tener potenciales focos de incendio cerca de sus casas. Más encima, no existen incentivos y/o seguros por parte del Estado para poder intentar de convencer a los pequeños y medianos propietarios a volver a plantar, corriendo ese riesgo.
Sumó que, desde el sector de la celulosa, la situación tampoco es positiva. El precio internacional se ha venido desplomando desde fines del año pasado. Hoy en día el precio raya en los costos de producción promedio. Esto ha reducido bruscamente la demanda interna de madera pulpable y también la de astillas de exportación, afectando tanto a las grandes como a las pymes que abastecen dichas plantas o exportan (dentro de las cuales también están los aserraderos), así como a todas empresas involucradas en la cadena de abastecimiento para ambos mercados. 

“Si agregamos la gran cantidad de madera quemada que debería tratarse de recuperar a la brevedad para utilizarse y volver a plantar, se constituye un escenario muy raro, una “Tormenta perfecta” para el sector, difícil de predecir y manejar. Estamos frente a una situación muy difícil en un sector que abarca un gran sector de la población y del PIB”, visualizó.

Complementos
Mientras que Michel Esquerré, presidente de Pymemad Biobío, consideró esencial crear un servicio forestal y/o una subsecretaría e inclusive ameritaría un Ministerio Forestal, porque en el país tanto el sector agrícola como forestal son complementarios, puesto que existen predios mixtos.

“El Estado no ha tenido mucha inteligencia en cuanto al desafío de enfrentar al mundo forestal y ha dejado que se desprestigie a través de falsos mitos y las redes sociales. Es necesario defenderlo, pues es tan importante como la agricultura”, remarcó.

Un punto que subrayó es que como nación no se llegará a la carbono neutralidad sin un sector forestal pujante, sumado a que los pequeños medianos propietarios están abandonados. “El sector maderero es bien sensible a los ciclos económicos, pero cada vez tendrá más relevancia en el control del calentamiento global, porque este material es un sustituto natural del plástico, el fierro y los productos de mayor huella de carbono. Por ende, la humanidad necesita los productos forestales”, afirmó.

Sobre el fomento a las plantaciones, el dirigente que eso es importantísimo, porque los pequeños propietarios deben esperar 20 años para que crezca un pino y sin apoyo estatal no habrá plantaciones, es decir, el negocio está siendo abandonado por los incendios y las condiciones adversas. 

“Aparte, las plantaciones son necesarias porque los predios tienen diversidad de paisajes, pues no hay una homogeneidad paisajística”, indicó.

Sobre la seguridad, Esquerré dijo que el centro de atención como sociedad son las ciudades, porque ahí está el mayor número de habitantes, pero las urbes sin la actividad agrícola y forestal son insostenibles en el largo plazo. Recordó que el 70% de los gases invernaderos son producidos por las ciudades y quien contiene esto son el crecimiento de las plantas y los bosques.  


Huella Humana
En tanto, Emilio Uribe, presidente de la Sociedad Nacional Forestal (SNF), señaló que tanto en los incendios de 2017 y los de este año hay una historia que se repite, pues no se ha logrado detener la huella humana en la quema de los bosques y los cultivos agrícolas, que están dejando sin recursos para sobrevivir, sobre todo a los campesinos y a las pymes.
Por ende, planteó que es urgente definir “cómo podemos identificar los causantes y cuáles son los factores que provocan este tipo de tragedia y qué y cómo los vamos a enfrentar. Diría que es la primera gran reflexión que hemos logrado, porque no entendemos cómo esto de nuevo se presentó y con creces”.

El dirigente forestal agregó muchas pymes del rubro vieron desaparecer su patrimonio, lo que se traduce en que queda poco aliento para seguir, pues se actúa sin medir y sin mediar prácticamente qué tipo de propietarios resultan afectados. Lo que ocurría En Santa Juana y Nacimiento fue tremendamente impactante.

“Muchas mujeres valientes, trabajadoras y trabajadores que prácticamente, a pesar de estos actos criminales, gracias al grado de resiliencia que tienen, todavía tienen la esperanza de volver a levantarse”, según su punto de vista.

Estancamiento y retroceso
Por su parte, René Muñoz, gerente de Acoforag, manifestó que el sector forestal muestra serios síntomas de estancamiento y retroceso en la actualidad.  “No hay proyectos de inversión, no hay políticas de incentivos a la forestación y no existen certezas jurídicas para poder trabajar y tampoco hay interés en fomentar el uso del bosque nativo, recurso que se está pudriendo en pie, lo están quemando y se lo están robando todos los días. Hay un desinterés del Estado por buscar en este sector una alternativa de desarrollo para las regiones, para los territorios y localidades que hoy necesitan tener una actividad económica que les mejore sus condiciones de vida”, acentuó.

Cree que, si a ese escenario se le suman los incendios forestales de la última temporada, no hay dudas que es mayor la tragedia. Hay muchos pequeños propietarios que perdieron sus ahorros e inversiones en estos incendios y se ve muy difícil que vuelvan a recuperarlos. El Estado, agregó, debe hacer el esfuerzo vía subsidios a la reforestación o a la forestación para promover que los bosques quemados sean recuperados y apoyar a esos pequeños y medianos propietarios.

Respecto a la seguridad, dijo que este un gran tema que toca sufrir de manera permanente hace ya más de 10 años, tanto en las faenas forestales como en los caminos públicos de las regiones de la macrozona sur. “Hay un abandono del Estado, que es el que nos debe entregar la seguridad y condiciones para poder trabajar y eso no está ocurriendo. Es tan así esta falta de seguridad, que como Asociación hemos presentado una reclamación internacional a la OIT, por la vulneración y no cumplimiento del Convenio 187 firmado por Chile el año 2011, respecto de las medidas para promover ambientes de trabajo seguro y saludables. El Estado debe buscar y para eso estamos disponibles a apoyar, la manera de que nuestros trabajadores y empresarios puedan desarrollar su trabajo, sin que ocurra lo que vemos hoy , en que se les dispara a los trabajadores y se queman y destruyen los equipos de trabajo por sólo trabajar en el bosque”, realzó.

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