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Al ver sectores de alta ocurrencia de incendios es porque no son accidentales y podría haber una intención

Al ver sectores de alta ocurrencia de incendios es porque no son accidentales y podría haber una intención

Edgardo Fuenzalida Contreras, ex detective de la PDI, ha investigado más de 600 incendios forestales en 10 años, analiza cómo se generan y quienes podrían tener responsabilidad.

Chile es un país, lamentablemente, muy vulnerable a los incendios forestales. Todos los años el país vive emergencias relacionadas con el fuego que dejan secuelas de destrucción de bosques, hogares, predios agrícolas y emprendimientos, entre otros daños.

Por ende, la investigación a fin de determinar el origen y las causas de los incendios forestales, llevándolo a cabo mediante un método científico, es una herramienta fundamental en las acciones relativas a la prevención, porque difícilmente se pueden tomar medidas eficaces si no se conocen con exactitud las causas específicas y motivaciones que los producen.

Así lo aprecia el perito investigador de incendios forestales Edgardo Fuenzalida Contreras, ex detective de la PDI, donde estuvo en la Brigada de Homicidios Metropolitana por muchos años, para luego trasladarse a la Región del Biobío, donde presta servicios como perito criminalista en la Defensoría Penal Pública. Luego pasa a la forestal Arauco como parte de un grupo ligado a la investigación de incendios y delitos vinculados a este ámbito y 10 años continuos prestando apoyo a la Conaf en la Brigada de Determinación de Causas de Incendios Forestales (BRIDECA)

Posteriormente es designado perito judicial por el bienio 2022-2023 en las especialidades de “Perito Investigador Criminalista” y “Perito Investigador del Origen y Causas de Incendios Forestales” en 9 Cortes de Apelaciones del país.

Recordó que cuando estuvo en la empresa forestal Arauco fue capacitado, junto a todo el equipo al que pertenecía, por Conaf en cursos de investigación relacionados con el Método de Evidencias Físicas. “Con esto partió mi vida como investigador de incendios. Hace 5 años, junto a mi esposa, también ex PDI, fundamos Crinif, empresa dedicada a la investigación científico-técnica con un enfoque específico en abordar los incendios forestales en Chile, con la misión de aportar al esfuerzo nacional, regional, comunal y territorial para la prevención, mitigación y resiliencia frente a los incendios forestales”, explicó.

Pieza fundamental

Comentó que la investigación de un incendio, que es de tipo criminalística, es una pieza fundamental para poder identificar al o los presuntos autores a fin de ser perseguidos judicialmente. Aparte, la indagación tiene como finalidad determinar el origen y la causa, así como también identificar las situaciones de riesgos del territorio con la finalidad de aplicar y divulgar las medidas preventivas adecuadas a cada sector.

“Para conseguir estos objetivos es necesario hacer un seguimiento exhaustivo y prolongado en el tiempo de los incendios que se producen en los diferentes territorios, en especial en comunas y sectores de alta ocurrencia de estos siniestros”, comentó el experto.

Detalló, que toda la información relacionada a la investigación, como datos históricos, antecedentes climatológicos, estadísticas y determinación de una causa general y específica queden registrados en una base de datos que ayude tanto a futuras investigaciones en la prevención, protección, mitigación y resiliencia del territorio, en especial en zonas del interfaz urbano rural forestal, que son cada vez más afectados por estos desastres en su mayoría antrópicos.

Ahora, aclaró que no todos los incendios son intencionales, pero a veces se esconden cosas e incluso remarcó que en Chile no existe una línea en común en el origen de las llamas. “Hemos visto a autoridades que hablan antes de tiempo, pero los incendios, al igual que todo tipo de delitos, hay que investigarlos para tener fundamentos que avalen el hecho. Cada uno tiene su identidad. En el país los incendios forestales de magnitud son de sexta generación, es decir, tienen una intensidad tal que alteran la dinámica de las capas altas de la atmosfera y generan vientos erráticos, por lo que no nos es posible predecir el comportamiento del fuego”, destacó.

Ese tipo de emergencias se produjeron el 2017 y en el verano de 2023. Son tan complejos, que es muy difícil de apagar dada su alta energía y de rápida propagación. Por ende, se necesita de una lluvia para sofocarlos.

Por lo tanto, el objetivo es reducir el riesgo de incendios forestales y rurales como asimismo establecer una potencial amenaza crítica o alta, siendo fundamental concientizar a la población sobre la importancia de adoptar medidas preventivas y más importantes aún, fomentar un cambio cultural que promueva la abstención de utilizar el fuego en zonas de vegetación o en sus proximidades.

Responsabilidad de las eléctricas

Todo esto, puede ser destruido por personas que así se lo proponen y en ese aspecto Edgardo Fuenzalida reconoce la existencia de este tipo de gente. “Al ver sectores de alta ocurrencia de incendios es porque no son accidentales y podría haber una intención, pero insisto en que debe haber una indagatoria para poder dar un diagnóstico. Dentro de lo que he visto en la investigación de 602 incendios durante los 10 años que estuve en Conaf, pude sostener que en las emergencias de mayor magnitud ha habido negligencia de las empresas eléctricas”, puntualizó.

Ello se debe a que estas empresas eléctricas no cumplen con la Ley de Bosques y otra de Electricidad, en que se deja en claro que deben tomar las medidas necesarias para evitar situaciones complejas. Es más, según el perito, de los siniestros que ha investigado con causas eléctricas, particulares que interpusieron demandas civiles han salido favorecidos en contra de las compañías.

Lo que sí aclaro es que no cree que haya habido intencionalidad por parte de las empresas eléctricas, pues para ello debe haber dolo, pero sí tienen culpa al no hacer, por ejemplo, una mantención de las fajas y muchas otras cosas, como que los árboles estén más altos que las líneas conductoras de energía.

Un tema que planteó es que, en el 2017, al menos los que investigó por causas eléctricas en la Región del Biobío, el Ministerio Público no pudo corroborar que las compañías tuvieran responsabilidad. Quizás, dijo, las firmas tenían mejores profesionales para defenderse, pero eso ahora ha cambiado, pues la fiscalía se está interiorizando de mejor manera, ya que se ha aprendido luego de la tormenta de fuego ocurrida el año 2017 en la zona central del país.

Por otra parte, Edgardo Fuenzalida manifestó que existen los pirómanos (que se diagnostican mediante un examen Psiquiátrico Médico Legal) y los incendiarios, que actúan de acuerdo a temas de interés que se deben determinar mediante pruebas. Muchas veces no se encuentran los medios de ignición, pero se da mucho que se generan incendios en las noches con dos focos en las partes bajas de las laderas.

“Por último, soy formador de investigadores gracias a mi formación y experiencia profesional y no solo se centra en la investigación, sino también en que existan más expertos relacionados con la prevención de los incendios forestales”, cerró.

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