Editorial

Desde hace ya ocho meses la Asociación Chilena de Biomasa, Achbiom; la Asociación de Contratistas Forestales AG, Acoforag; la Corporación Chilena de la Madera, Corma;  la Asociación de Propietarios de Bosque Nativo, Aprobosque y el gremio de las Pymes Madereras, Pymemad -organizaciones gremiales que conformamos el sector forestal- nos hemos propuesto comenzar a trabajar unidos para defender nuestro trabajo, generar buenas prácticas y proponer un relato de futuro a la opinión pública y a la sociedad.

Es así como toman fuerza dos importantes iniciativas. Una de ellas es el programa Buena Madera, que busca mejorar la trazabilidad y conocer de manera certera el origen legal, el destino en la compraventa de madera y disminuir así, el robo de madera desenfrenado que en la actualidad es un negocio ilegal por $70 millones de dólares al año y fuente de financiamiento de grupos y asociaciones ilícitas en la macrozona sur. Este programa además beneficia indirectamente a los trabajadores forestales, ya que al ser la madera legal y de origen conocido, evita la informalidad laboral y asegura una faena con contratos, imposiciones y seguros relacionados al día.

La segunda iniciativa es Futuro Madera, una red de organizaciones regionales relacionadas al sector forestal que abraca a gremios, federaciones de trabajadores, universidades, ONGs, juntas de vecinos, redes comunitarias y comunidades locales que buscan que los bosques nativos y los bosques productivos del país sean valorados por su importante aporte a la generación de una bioeconomía basada en la naturaleza, al control del cambio climático y al desarrollo sostenible de las regiones y del país. Esta iniciativa pretende generar una propuesta de futuro, que no reniega y que reconoce los errores del pasado, pero que mira hacia adelante e invita a participar a todos los actores relacionados y a todos los territorios.

Ambas iniciativas son una señal de que cuando existen objetivos comunes, los forestales sabemos y podemos sentarnos a conversar, que la voluntad camina hacia un mismo destino y que no nos separan nuestras permanentes y sempiternas   diferencias. Esta voluntad debe mantenernos unidos hoy día más que nunca, cuando soplan fuertes vientos políticos de cambio, llega un nuevo gobierno, del que desconocemos cuáles serán los énfasis que le imprimirá a los temas relacionados a nuestro sector y se está redactando una nueva carta fundamental que deberá estar terminada en julio del 2022.
El escenario es incierto. Debemos arroparnos juntos.
La unión hace la fuerza.