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Laboratorio de Producción Forestal y Medio Ambiente

Laboratorio de Producción Forestal y Medio Ambiente

 

El LPFMA se encuentra realizando investigación aplicada para aprovechar productos del bosque reduciendo el impacto ambiental e integrando conceptos ecológicos económicos y de ingeniería.

El Dr. Marco Contreras es el académico de la Universidad Austral de Chile a cargo, con quien conversamos de los proyectos desarrollados y su visión comparada de la industria forestal chilena.

Últimamente mucho se habla de apoyar la ciencia y la investigación como pilares fundamentales de desarrollo y crecimiento para un país que basa su economía en commodities. Ese apoyo se traduce en financiamiento y en Chile existen dos opciones: el financiamiento estatal a través de fondos concursables y el privado que pueden hacer las empresas. A ambas formas apela el Laboratorio de Producción Forestal y Medio Ambiente de la Universidad Austral de Chile, UACH, para concretar distintas líneas de investigación para el sector.

Marco Contreras es Ingeniero Forestal y en 2004 inició un Magister y luego un Doctorado en la Universidad de Montana, Estados Unidos. Fue académico de la Universidad de Kentucky y profesor especializado en operaciones forestales con manejo eficiente de las prácticas productivas en torno a la sustentabilidad medioambiental. En 2019 vuelve a Chile integrándose al Instituto de Bosques y Sociedad de la Universidad Austral, liderando este espacio de investigación integrado también por un Ingeniero Forestal, un Ingeniero en Informática y una estudiante de Ingeniería Forestal, cuya conformación no ha sido fácil debido a los contratiempos como consecuencia del estallido social y, luego, de la pandemia. 

Hoy, son tres los proyectos que se desarrollan en el LPFMA, “en conjunto con la empresa Arauco estamos desarrollando una herramienta, LADERA, para simular la productividad y tiempos de operación de la cosecha en alta pendiente, con volteo mecanizado asistido (shovel) y torre de madereo con torre y carro garra. También estamos colaborando con la evaluación económica en un proyecto financiado por CORFO llamado Adaptación al cambio climático en la actividad forestal: productividad y reducción de impacto. Por último, estamos trabajando en un proyecto de diseño de vías de saca que postulamos al Fondo de Fomento de Desarrollo científico y Tecnológico, FONDEF que quedó en lista de espera, pero será repostulado con las correcciones necesarias,” explica Marco Contreras. 

Este último busca desarrollar una herramienta para automatizar el diseño de las vías de saca que siguen los equipos terrestres en el bosque, para minimizar los costos de madereo y los impactos al suelo. “En la industria forestal no existe una herramienta operacional para diseñar vías de saca optimizadas, y nuestro objetivo es trabajar con las empresas forestales y contratistas para desarrollar en conjunto este tipo de herramientas. Lo destacable es como se combinan sus dos ámbitos de acción: la parte productiva y el aspecto de protección ambiental. En este esfuerzo, las dos empresas forestales más grandes están colaborando y están dispuestas a cofinanciarlo.”

“Tenemos la idea de trabajar junto a los Contratistas Forestales para caracterizar de mejor forma las empresas de servicios forestales, identificar niveles de tecnificación, de productividad y lo más importante, futuras líneas de trabajo y necesidades con las que nuestro grupo de investigación pueda apoyar. Está ese desafío pendiente.”

Sobre la realización de investigación aplicada útil para el sector productivo, Contreras explica que una modalidad frecuente es colaborar con los grandes propietarios y empresas porque ellos tienen la capacidad de financiar proyectos, que usualmente se orientan a resolver problemáticas específicas. “Por tema de escala es menos frecuente el trabajo directamente con empresas contratitas, aunque ellos tienen muchas necesidades que resolver. El desafío está en trabajar en conjunto con todo el gremio, como ACOFORAG, para identificar alguna problemática que sea común para todos y entregar alternativas de solución aplicables operativamente.”

Según su experiencia y perfeccionamiento realizado en otros países, ¿cómo ve al sector forestal nacional?

Lo principal que veo desde mi llegada es que hay un sector forestal en Chile muy productivo, de alto nivel, pero veo pocas instancias de colaboración entre la academia y el sector, específicamente en operaciones forestales y, claramente, es algo que queremos cambiar. Hay una oportunidad de trabajo y de colaboración muy grande. El sector forestal lo necesita, necesita tener herramientas que bajen desde la academia y que resuelvan problemas reales para los contratistas y propietarios.

No es fácil comparar un país con otro porque tienen distintas realidades. Por ejemplo, en EE. UU. hay varios sectores del país que se caracterizan por el tipo de bosque y, de acuerdo con eso, es la industria forestal que está relacionada. En el sureste dominan las plantaciones de pino, similar a la realidad de Chile. En el suroeste hay bosque nativo y coníferas de grandes dimensiones. Por ejemplo, el estado de Kentucky donde trabajé es el segundo mayor productor de madera latifoliada, y el manejo y aprovechamiento es más parecido al manejo del bosque nativo en Chile y las empresas contratistas que aprovechan estos bosques son empresas familiares de 3 a 4 personas que trabajan también con pequeños propietarios. Hay mucha diversidad en el sector forestal en EE. UU. y Canadá.

Se conoce desde afuera que el sector forestal chileno tiene muy alto nivel. Constantemente hay cambios en la mecanización, y como consecuencia aumentos en la productividad y disminución de tasas de accidentabilidad. Es un sector dinámico y, entonces, la cuantificación de productividad y costos de maquinarias también lo son, va cambiando y continuamente hay que medir para entender cómo funcionan los sistemas y ver la mejor forma de intervenir un bosque.

Se sabe que Chile tiene un sector productivo mecanizado muy capaz y he notado el cambio desde que me fui el 2003 hasta ahora. Hay un nivel más alto de tecnificación, con un capital humano más profesional, y con mayor conciencia medio ambiental y social. El énfasis ya no está solamente en lo productivo, sino que la interacción con el medioambiente y las personas es algo que es parte de la ecuación, lo que hace mucho más complejo analizar estos sistemas, porque no son solamente máquinas, hay personas, comunidades y medioambiente que se debe analizar desde un punto de vista más integrador.

Desde tu sentir, ¿cuál debiera ser la proyección de este Laboratorio?

Hay muchas líneas de investigación que nos interesa desarrollar porque pensamos que tienen un alto impacto en el sector productivo y en la sociedad en general. Un área de investigación se relaciona con la tecnología y productividad de las operaciones forestales. Por ejemplo, la integración de tecnología digital, el diseño de herramientas computacionales y la utilización de la biomasa. Una segunda línea tiene que ver con los impactos ambientales de las operaciones: impactos en el suelo, agua, y vegetación. Una tercera línea está relacionada con los factores humanos y la percepción social de las operaciones forestales (ergonomía, riesgo de accidentes). Por último, el manejo de bosque nativo es otra línea de investigación que debemos desarrollar donde nuevamente se conjugan aspectos, productivos, ambientales y sociales.

Komatsu

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